Caracoles Encaminados

snailtrailMuchos de nosotros nos hemos encontrado con los caminitos que dejan los caracoles de tierra al pasar por las aceras, buscando dentro de su limitada capacidad de visión, cómo llegar al otro lado de la acera en búsqueda de tierra húmeda y comida. Para estos moluscos con un pequeño ganglio cerebral, productos de la hermosa creación de Dios, resulta imposible entender que están cruzando la acera donde normalmente caminan inmensos seres humanos que distraídamente podrían pisarlos y matarlos, no hay forma que su inteligencia les permita entender que son parte de un ecosistema, que la acera es parte de una ciudad donde viven millones de otros seres vivos mucho más grandes y fuertes.

Aunque para el caracol, el desconocer esto realmente no tiene ningún impacto en su vida, es una realidad que le puede costar la vida, tan real como lo es para nosotros que Dios se haya encarnado en un hombre llamado Jesús, y que junto con el Espíritu Santo y el Padre sean tres personas en una Divinidad, y que su amor es tan grande que nos ha dado la vida en libertad para que lo adoremos, y que a pesar de nuestras faltas, seamos perdonados y guiados por su palabra, y nos ha dejado una Iglesia para que nos ayude a seguir el camino de la salvación.

Uff, es mucho pedir para nuestro cerebro tan pequeño como el de un caracol ante la grandeza de Dios, entender ciertas cosas de Dios solo con la razón son imposibles. ¿Cómo es que todo esto del párrafo anterior pueda tener un significado si no ponemos de nuestro empeño en indagar, leer, preguntar y buscar la verdad objetiva y única de las cosas? no las verdades que nos convienen. Solo mediante la gracias de Dios que nos concede la fe, a quienes abrimos el corazón en búsqueda de la verdad, se nos da la oportunidad de ver un rayito de luz con el que podríamos libremente decidir escoger en que crezca en el bien.

Los caminos de cada uno de nosotros que buscamos a Dios, a su gloriosa presencia, seguramente deben parecerse a los caminos que se ven marcados por los caracoles que buscan el otro lado de la acera, muchos de nosotros en algún momento vamos en la dirección correcta, y de repente algo nos hace cambiar de dirección, caemos en la vanidad, el egoísmo, la soberbia, avaricia, etc. y damos una vuelta torcida que nos lleva en dirección incorrecta, después algunos corrigen mientras que otros desgraciadamente no.

No existe nada más importante en nuestra vida terrenal que la salvación de nuestra alma, y esta salvación sólo se puede lograr siendo buenos hijos de Dios, siguiendo sus mandamientos y enseñanzas, imitando a Jesús en todo lo que hagamos, o si queremos buscar ejemplos entre los pecadores podemos ver la vida de los santos y también tratar de ser como ellos. El mismo San Pablo, quien perseguía a los cristianos de la época, terminó corrigiendo su camino y siendo uno de los más santos hombres que han pisado esta tierra, así como muchos otros hombres y mujeres santos que nos ayudan a ver con ejemplos lo que es agradable para Dios.

Pedimos que Dios nos conceda la luz para ver el camino recto, que mediante Jesucristo su hijo y la dirección de la santa Iglesia Católica, veamos con claridad el rumbo que debemos seguir, apartando nuestras preferencias y conveniencias, dejando a un lado las distracciones del camino, guiados por el amor infundido en nuestras almas, no vacilemos en corregir a tiempo para lograr la salvación y la vida eterna con el Señor.

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